Errores al preparar café

¿Cuáles son los errores al preparar café?

Preparar un buen café es todo un arte. Sin embargo, tampoco es imposible: se puede preparar un excelente café en casa. Y, como ahora no podemos salir, es un buen momento para perfeccionar nuestra técnica.
Las claves para emocionar hasta el cafetero más exigente son muy simples: por un lado, contar con una cafetera italiana (sí, la moka, esa que quizás casi nunca usaste y quedó al fondo y olvidada del cajón o alacena) y, por el otro, aceptar que no se puede hacer todo de una vez.

A continuación, Café Cumbal te enseña a preparar un rico café en tan solo cuatro pasos (¡y cinco minutos!).

1.      Calentar el agua, pero que no llegue a hervir

Lo primero que hay que hacer es llenar el depósito de agua hasta la válvula y ponerlo al fuego solo, es decir, sin el filtro y sin la mitad de arriba de la cafetera.
Es esencial retirar el agua del fuego antes de que hierva. ¿Y cómo sabemos cuál es ese momento? Muy simple: cuando aparece un leve burbujeo, la apartamos del calor.

2.      Moler los granos de café en el momento, mientras se calienta el agua

La verdad es que el café en grano conserva mucho mejor el sabor y el aroma. También tenemos que olvidarnos de moler todo el paquete de café de una vez y guardarlo hasta la próxima ocasión. La textura que debe quedar es muy parecida a la de la arena de la playa: fina pero consistente.

3.      Hacer un agujero en el medio del filtro

Lo que se aconseja es llenar el filtro de café hasta el borde, sin aplastarlo, y hacer un agujero en el medio que coincida con el tubo de la cafetera. Luego, cerramos la cafetera con un trapo para no quemarnos las manos, dejamos la tapa abierta y volvemos a poner la cafetera sobre fuego (bajo). La tapa abierta hace que el agua se caliente más lentamente y esté en contacto más tiempo con el café mientras este va subiendo. Esto le da más sabor al café. Si lo hacemos con fuego alto y la tapa cerrada, el agua sube más rápido y se queda menos tiempo en contacto con el café.

4.      Esperar: no ser ansiosos y dejarlo reposar

Una vez que aparezcan los característicos ruidos de las cafeteras y el café empiece a salir (después de un minuto y medio, más o menos, desde que lo pusimos sobre el fuego), bajamos la tapa de la cafetera y la quitamos del fuego. Antes de lanzarnos a servir el café, hay que dejarlo reposar un minuto para que se asiente y aprovecharlo para disfrutar del exquisito aroma de la bebida que estamos a punto de degustar.
Por último, se recomienda tomarlo solo, es decir, sin ningún agregado, como el azúcar. Si el café es bueno, realmente no lo necesitará.

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