El café y el chocolate es una combinación tan exitosa e irresistible que la convierte en la pareja ideal. Se complementan de tal manera que la mezcla siempre resulta armoniosa. Pero, ¿por qué esta pareja se lleva tan bien?
Una relación sana… Y deliciosa
Tanto los granos de café como los de cacao provienen de la misma zona: la tropical. De hecho, suelen crecer uno a la sombra del otro. Es decir que su buena relación comienza desde sus orígenes. Esta mejora no solo con las manos de los pasteleros, sino también de los camareros que sirven el café junto a un bocadito de chocolate. Por eso se recomienda tomar el café sin azúcar y acompañarlo con algo dulce, como lo es el chocolate.
La razón por la cual el café y el cacao constituyen la pareja perfecta es que ninguno opaca al otro. Todo lo contrario: son capaces de potenciar y hacer que se distinga mejor el sabor de cada uno. Tal es así que, como muchos saben, el café es el ingrediente secreto de muchas tortas y postres de chocolate. Tan solo una sola cucharadita en la mezcla es capaz de hacer magia aumentando los matices del cacao. Y no solo en la mezcla: la Chocotorta, por ejemplo, queda mucho mejor si sumergimos las galletas en café en vez de leche o leche chocolatada, ¡no se lo pierdan!
Esto, sin embargo, solo es posible si ambos ingredientes son de calidad. En el caso del chocolate, es esencial que posea 60% de cacao o más, si lo que se desea es degustar un producto de calidad y aprovechar sus beneficios.
Mucho más que un gran sabor: beneficios para la salud
Además de su delicioso aroma y sabor, el café y el chocolate contienen compuestos químicos que aportan sensación de bienestar. Asimismo, ambos están cargados de antioxidantes.
El chocolate, en particular, posee vitaminas y minerales, como el magnesio y el potasio (especialmente el de mayor concentración de cacao). El chocolate oscuro también disminuye la inflamación y contribuye a la salud cardiovascular, ya que ayuda a combatir la hipertensión y el colesterol “malo” (LDL). El café es también un aliado natural para la dieta saludable: al acelerar el metabolismo, la cafeína aumenta el consumo de calorías y reduce así el apetito. Esto trae como resultado una menor ingesta de alimentos y un mayor gasto energético. Teniendo en cuenta los múltiples beneficios de esta bebida, ¿por qué desperdiciar el café que nos quedó en la cafetera? Con él se puede preparar una rica salsa o hacer hielo con él y así tener unos cubos congelados de café para cuando nos dan ganas de beberlo frío.
